Crece el escándalo en el esquí: suspendieron a dos medallistas olímpicos por manipular sus trajes
La FIS anunció el castigo para los atletas Marius Lindvik y Johann André Forfang
El mundo del salto de esquí enfrenta un escándalo de gran magnitud luego de que se revelara que directivos del equipo noruego manipularon trajes de competencia para mejorar el rendimiento de sus atletas. La controversia ha sacudido la reputación de Noruega en el deporte, un país que históricamente ha sido símbolo de juego limpio y principios nobles. El escándalo se intensificó el miércoles cuando la Federación Internacional de Esquí y Snowboard (FIS) anunció la suspensión de los medallistas olímpicos Marius Lindvik y Johann André Forfang, quienes habían negado su implicación en la manipulación de los trajes. Ambos atletas fueron descalificados de la gran prueba de montaña celebrada en Trondheim el sábado, días después de que Lindvik se coronara campeón del mundo en la montaña normal. Además, la FIS confirmó la suspensión de tres oficiales del equipo noruego. Las investigaciones se desataron tras la aparición de imágenes captadas en secreto, donde se evidenciaba la alteración de los trajes con microchip previamente aprobados. La práctica consistía en descoser costuras en la entrepierna para aumentar el tamaño de los trajes y mejorar la aerodinámica de los competidores, permitiendo vuelos más largos. Según Sandro Pertile, director de carrera de la FIS para el salto de esquí masculino, las modificaciones no eran visibles a simple vista y solo se detectaron al inspeccionar las costuras. El entrenador principal del equipo noruego, Magnus Brevig, y el encargado del equipamiento, Adrian Livelten, admitieron la manipulación y fueron destituidos. Brevig se disculpó públicamente, declarando que “nos dejamos llevar por nuestra burbuja”, mientras que Livelten calificó la acción como “completamente inaceptable” y pidió disculpas a los atletas afectados y al pueblo noruego. Además, el entrenador asistente, Thomas Lobben, también está bajo investigación. El impacto del escándalo ha sido profundo en Noruega, un país que se ha destacado en los últimos años por su firme posición en temas de ética y derechos humanos en el deporte. En 2022, la federación noruega de esquí presionó para la exclusión de los atletas rusos tras la invasión a Ucrania, argumentando que no debían competir mientras su país estuviera en guerra. Ahora, esa misma federación enfrenta acusaciones graves de trampa y manipulación, lo que pone en duda su credibilidad en el escenario internacional. Las federaciones de Austria, Eslovenia y Polonia han presentado protestas formales tras conocerse las pruebas. La FIS establece reglas estrictas sobre los trajes, que incluyen la colocación de chips RFID para evitar alteraciones. Un traje 5% más grande puede influir en la distancia de salto, aunque el impacto exacto aún no ha sido determinado. Según explicó Pertile, la manipulación de los trajes fue de un “altísimo nivel”, ya que se insertó material adicional del mismo color para aumentar el peso y modificar la posición del material en la entrepierna del atleta al despegar. De esta manera, se creaba una mayor superficie de contacto con el aire, permitiendo que el saltador permaneciera más tiempo en vuelo. Esta técnica pudo haber favorecido significativamente a los atletas noruegos, en especial a Lindvik, cuya medalla de oro en el Mundial ahora está bajo investigación. La FIS ha incautado todos los trajes utilizados por el equipo noruego en los Campeonatos del Mundo, tanto en la rama masculina como femenina. No está claro hasta qué punto se podría retroceder en la investigación para evaluar posibles irregularidades en competiciones previas, incluyendo la temporada actual de la Copa del Mundo e incluso los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022, donde Lindvik ganó la medalla de oro en la prueba de cuesta grande. La reacción de la comunidad del salto de esquí ha sido de indignación y decepción. Atletas y directivos de otras federaciones expresaron su pesar por la situación. “Esta acción estaba matando nuestros principios, nuestro estilo, nuestra alegría por nuestra disciplina”, declaró Pertile. Mientras tanto, la FIS sigue evaluando las posibles sanciones que podrían aplicarse, las cuales podrían incluir suspensiones prolongadas o descalificaciones retroactivas. La temporada de la Copa del Mundo de salto de esquí continúa durante los próximos tres fines de semana, comenzando con la competencia en Oslo. Sin embargo, la ausencia de Lindvik y Forfang, así como la incertidumbre sobre la legalidad de resultados anteriores, han puesto un signo de interrogación sobre la legitimidad de las competiciones recientes.
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