El Día Mundial de la Epilepsia nos recuerda la importancia de educarnos sobre esta condición. La epilepsia, una enfermedad neurológica que afecta a personas de todas las edades, se caracteriza por convulsiones recurrentes. Identificar estos episodios es crucial para garantizar la seguridad del afectado.

Las señales de alarma de una convulsión incluyen pérdida momentánea del conocimiento, movimientos incontrolados de los brazos y las piernas, y comportamiento confuso o extraño. Ante una convulsión, es vital mantener la calma y garantizar que la persona esté a salvo, evitando objetos afilados o peligrosos. No se debe intentar sujetar a la persona ni introducir objetos en su boca, ya que esto puede causarle daño.

Además, es importante buscar atención médica de emergencia si la convulsión dura más de 5 minutos, es la primera convulsión de la persona, o si la persona no recupera la conciencia o tiene dificultades para respirar después de la convulsión. La educación y la concienciación son claves para mejorar la vida de las personas con epilepsia y de quienes las rodean.