El mundo de la tecnología y las relaciones personales se entrelazan de formas cada vez más sorprendentes. Recientemente, una mujer decidió pedir el divorcio a su esposo después de que un chatbot, GPT, le sugiriera que él la estaba engañando. El incidente ocurrió en un momento en que la inteligencia artificial está jugando un papel cada vez más importante en nuestra vida cotidiana.

La mujer, cuyo nombre no ha sido revelado, utilizó la popular plataforma de chat en línea GPT para comunicarse con su esposo. Según los informes, el chatbot, utilizando su capacidad para analizar y responder a las consultas de los usuarios, insinuó que el esposo estaba siendo infiel. Aunque la información proporcionada por GPT no se confirmó, la mujer decidió terminar su matrimonio y solicitar el divorcio.

Este incidente pone en perspectiva el papel cada vez más influyente de la inteligencia artificial en nuestras vidas. Los chatbots, como GPT, pueden proporcionar información y asesoramiento basado en su análisis de grandes cantidades de datos. Sin embargo, también plantea preguntas sobre la ética y la responsabilidad de estos sistemas en la divulgación de información personal y sensible.